El mundo de la música electrónica contuvo el aliento hace apenas unos días, cuando una impactante noticia puso en vilo uno de los festivales más grandes y esperados de Europa. Un incendio masivo envolvió el escenario principal de Tomorrowland en Bélgica, generando incertidumbre sobre la realización del evento. Sin embargo, en una muestra de resiliencia y un esfuerzo titánico, el festival ha abierto sus puertas este viernes 18 de julio, apenas dos días después de la tragedia, con los primeros sets musicales ya en marcha.

Mientras los DJs comenzaban a pinchar música, cuadrillas de trabajadores laboraban sin descanso, las 24 horas del día, para remover los escombros y construir un nuevo escenario principal, aunque en una versión más reducida. El miércoles por la noche, las llamas consumieron gran parte del elaborado telón de fondo del escenario original, provocando un susto monumental. Afortunadamente, los organizadores han confirmado que nadie resultó herido en el incendio, cuya causa aún está bajo investigación.

La Reconstrucción Contrarreloj y el Espíritu Indomable del Festival

Con un grito eufórico de “¡Lo logramos!”, el grupo australiano de música electrónica Nervo fue el encargado de abrir el festival en el escenario principal de reemplazo este viernes. Su presentación, fruto de una carrera de último minuto y un ligero retraso en la apertura, fue un testimonio del esfuerzo colectivo. Detrás de ellos, aún eran visibles algunos armazones carbonizados de lo que fue el majestuoso escenario original.

Los miembros del equipo del festival trabajaron sin cesar durante toda la noche para levantar rápidamente el nuevo escenario, más simple en su diseño, pero funcional, y listo para recibir a los primeros artistas a tiempo. Debby Wilmsen, portavoz de Tomorrowland, describió el nuevo escenario como “muy íntimo” y destacó que incorpora altavoces que también se utilizan en conciertos de bandas de la talla de Metallica, lo que garantiza una calidad de sonido excepcional a pesar de la improvisación.

El espíritu de unidad y la energía positiva han sido los pilares en esta crisis. Cientos de miles de personas de todo el mundo se congregan anualmente en el festival de varios días que se celebra a las afueras de la localidad belga de Boom. Este viernes, aproximadamente 38,000 personas ya estaban acampando en el recinto del festival, según Wilmsen.

“Quizás hay algunas personas que dicen, ‘Ok, nos gustaría un reembolso’, pero es solo un porcentaje muy pequeño, porque la mayoría de ellos siguen viniendo al festival”, explicó Wilmsen, reflejando la lealtad de los asistentes. “Todo se trata de unidad, y creo que con una buena vibra y la energía positiva que nuestros asistentes se dan mutuamente, y la música que ofrecemos, creo que aún lo pasarán bien”, añadió, subrayando el compromiso del festival con su público. “Realmente hicimos nuestro mejor esfuerzo”, concluyó.

La Reacción de los Fans: De la Devastación a la Alegría

La noticia del incendio golpeó duramente a muchos fans que habían viajado miles de kilómetros para vivir la experiencia. Los australianos Zak Hiscock y Brooke Antoniou, quienes viajaron desde el otro lado del mundo para ver el famoso festival como parte de sus vacaciones de verano en Europa, compartieron su sentir al enterarse de la tragedia.

“Estábamos cenando cuando nos enteramos de la noticia de que el escenario se estaba quemando. Estábamos muy devastados y destrozados, bastante molestos porque habíamos viajado mucho”, relató Hiscock. Sin embargo, su decepción se transformó en alegría al ver que el festival seguía adelante.

El visitante ucraniano Oleksandr Beshkynskyi también compartió la alegría generalizada de que el festival continuara según lo planeado. “No se trata solo de uno o dos DJs que estás buscando ver, sino de todo el ambiente y de que el sueño siga vivo”, expresó Beshkynskyi, capturando la esencia de lo que Tomorrowland significa para sus asistentes.

Tomorrowland, reconocido como el festival de música electrónica más grande del mundo, espera atraer a alrededor de 400,000 personas durante el fin de semana, una cifra que demuestra la magnitud de su impacto y la devoción de su comunidad. La apertura del festival, a pesar de las adversidades, es un testimonio de la pasión por la música y la resiliencia humana frente a lo inesperado.