La bioserie de Chespirito, titulada Sin querer queriendo, que concluyó con su octavo episodio, ha sido un torbellino de polémica desde su lanzamiento. Cada semana, las redes sociales se encendieron con debates acalorados: desde cómo se retrató al personaje que alude a Florinda Meza (Margarita), pasando por la moralidad de las acciones del comediante, hasta si la serie fue una oda a la madre de sus hijos. Voces a favor y en contra se alzaron, y la discusión promete continuar mucho después de su final.

Pero, ¿qué piensa de todo este alboroto el actor que encarnó a Roberto Gómez Bolaños, Pablo Cruz Guerrero? Para él, esta producción, al igual que otras en las que ha participado, como Luis Miguel, la serie, es simplemente una historia de ficción. Por ello, asegura que las controversias generadas no le pertenecen, ya que su rol fue el de crear un personaje en el ámbito de la fantasía. Esta postura ha generado un debate sobre la responsabilidad del actor frente a la obra y la percepción del público.

La Controversia como Herramienta de Promoción

Pablo Cruz, el actor de "Luis Miguel, la serie" que interpretará a  Chespirito

Pablo Cruz Guerrero no ve la polémica como un problema, sino como una herramienta útil. “La controversia nos ayuda mucho a compartir nuestro trabajo. Es una herramienta de promoción que resulta ser muy útil y más para proyectos como este que ya traen un público cautivo, porque el nombre mismo ya atrae a una audiencia, por la conexión que eso ha generado antes de nuestra iniciativa por producir la serie. Ya hay un legado existente y ha dejado mucho”, explicó el actor durante una visita a las instalaciones de Ciudad Imagen.

El actor profundiza en su análisis, señalando que el punto donde nace la controversia es cuando “hay gente cuya visión de la serie es, probablemente, indistinta, en cierto grado, de la realidad. Ahí es donde yo creo que se genera la controversia, porque la gente empieza a exigir cosas como si estuviéramos hablando de la vida real y se les olvida que esto es cuento, son productos para entretener”. Para Cruz Guerrero, la función primordial de estas producciones es el entretenimiento, y si bien deben arraigarse en temas de interés colectivo, no deben confundirse con documentales o biografías literales.

“Para que estos productos funcionen, necesitan arraigarse en temas que son importantes para la gente. La propiedad intelectual de Chespirito es algo que viene estando conectado con el consciente colectivo desde hace décadas, así que no es coincidencia, la neta, que haya tanto ruido, tanto chisme y opinión acerca de quién es el malo, la mala, el bueno, la buena, en fin”, afirmó el actor con franqueza. Para él, es “completamente indiferente” el debate sobre quién es quién en la realidad. “Es ficción y lo que pasa en ficción tiene la idea de repercutir reflexivamente en la vida real, para ver qué hacemos con eso y ver si aprendemos algo. No tanto para juzgarnos y etiquetarnos. Eso me parece ocioso”, sentenció Cruz Guerrero en la entrevista con Excélsior.

Distancia Emocional y Respeto a las Versiones Propias

Vea aquí el tráiler de 'Chespirito: sin querer queriendo', la nueva serie  de Max - HJCK

En cuanto a las reacciones de las personas reales involucradas en la historia, como la insatisfacción expresada por Florinda Meza en sus redes sociales o el foco que se le dio a Carlos Villagrán (Kiko) en la trama, Pablo Cruz Guerrero no las toma como algo personal. Desde su perspectiva, él simplemente formó parte de una obra de ficción.

“Todos esos personajes que estuvieron involucrados en la creación de todo ese legado humorístico, merecen todo mi respeto, toda mi admiración y les deseo que, si ellos tienen también oportunidad de contar su historia, pues lo hagan a su manera, con su versión y que lo logren exitosamente. Simplemente, son cuentos y qué más bonito hay en esta vida que contarnos cuentos”, expresó el actor, subrayando la importancia de permitir que cada quien cuente su propia verdad.

Cruz Guerrero también reflexionó sobre el fenómeno del éxito que vivieron los involucrados. “Yo lo que leo es que estos personajes fueron sorprendidos con un volumen, con una masa de éxito incalculable, inesperada, y eso definitivamente marcó sus vidas, las movió y acentuó sus motivaciones. Eso es lo que yo creo que se cuenta, el cómo pasa, el orden de los sucesos”. Sin embargo, el actor fue enfático al afirmar que no le corresponde juzgar a nadie. “No los conozco, no los conocí personalmente, así que sólo me corresponde divertirme con toda la polémica que está sucediendo, porque yo no soy parte de ella. Yo estoy contando una historia. La polémica les pertenece a los verdaderos Roberto, Graciela y Florinda. La polémica no me pertenece a mí respecto a esta historia. Yo sólo soy un intérprete del cuento que se contó de aquellos seres”, concluyó.

El Desafío de no ser Encasillado

El actor, con un currículum que incluye películas como El estudiante, Pobres divas, Milagro en Praga, Las horas contigo, Solteras, Guerra de likes y La nave, también abordó el desafío de “quitarse los zapatos de Chespirito” para evitar ser encasillado en este icónico papel.

“No sé por cuánto tiempo (me identificarán como Chespirito). Eso dependerá también de mí, de cómo abordo mi siguiente personaje. Es un reto, un obstáculo que hay que brincar. No lo veo como algo definitivo, como un factor concluyente. Si he venido mostrándole al mundo que puedo ser uno u otro, pues habrá otra oportunidad para mostrarle qué otra cosa puedo ser, además de los personajes que he hecho”, afirmó, dejando claro su compromiso con la versatilidad actoral y su deseo de continuar explorando nuevos horizontes en su carrera.